Tras la puesta en marcha del Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, en 1979 y según lo establecido en sus estatutos, se comenzó con la edición del Premio Internacional de Escultura “Angel Orensanz”.
Se trata de un certamen bianual al que pueden concurrir todos aquellos escultores que lo deseen. En un primer momento, los participantes debían presentar obra terminada con temática libre, posteriormente las obras debían responder a un mito pirenaico. Este esquema se mantuvo hasta 1999 y las obras se encuentran expuestas en el Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo.
El año 2001 el Premio inicia una nueva etapa. Se decide que las esculturas salgan a la calle y jalonen nuestro espacio público, respondiendo a un tema vinculado con el nacimiento, evolución y características de nuestra localidad.
Este proyecto surge con vocación de futuro y desde el principio se plantea ya una disposición espacial a lo largo de todo el entramado urbano, con la idea de que con el tiempo se pueda generar la ruta escultórica que ahora nace como tal.