Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz

Tras la puesta en marcha del Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, en 1979 y según lo establecido en sus estatutos, se comenzó con la edición del Premio Internacional de Escultura “Ángel Orensanz”.

Se trata de un certamen bienal al que pueden concurrir todos aquellos escultores que lo deseen, sea cual sea su procedencia. El premio ha pasado por varias etapas desde su primera edición.

En un primer momento, los participantes debían presentar obra terminada, no se requería que las obras fueran de grandes dimensiones, ni que los artistas optaran al concurso presentando una maqueta. Estos primeros momentos, tanto la temática como la técnica eran libres y las esculturas ganadoras se fueron instalando en el Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo.

Posteriormente y con el fin de conjugar las dos facetas presentes en el Museo (arte contemporáneo y etnología) se planteó que las obras debieran responder a la interpretación de un mito pirenaico, dejándose libertad tanto en materiales como en la técnica empleada.  Las obras     que corresponden a esta segunda fase también se hallan ubicadas en el Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo.

A partir de la novena edición, se planteó que las esculturas pudieran estar al aire libre, con el fin de poder crear un itinerario escultórico que recorriera la ciudad y jalonara de elementos artísticos su tejido urbano.

Desde ese momento, el Patronato del Museo y el Ayuntamiento se han ido buscando ubicaciones a lo largo del entramado urbano de nuestra localidad, de tal forma que con el tiempo ha llegado a conformarse una ruta cultural integrada por todas las esculturas que jalonan nuestras calles y parques.

Las obras deben seguir respondiendo a un tema, elegido entre aquellos que están más fuertemente ligados con nuestra localidad y sobre todo con sus orígenes. La técnica artística sigue siendo libre, pero los materiales tienen que ser adecuados para estar a la intemperie y la ubicación se elige en función de la temática de cada edición.

En las primeras ediciones, de esta tercera etapa el autor debía presentar obra terminada, si bien muy pronto se modificaron las bases de tal forma que el autor debiera presentar una maqueta de la obra final, lo que permite llevar a cabo una exposición en la Sala Municipal de Arte, con todas las obras seleccionadas por el jurado, de tal forma que los vecinos puedan conocer las propuestas presentadas, así como generar en el Museo una exposición permanente con las maquetas de la obra ganadora en cada edición.

Con el fin dar mayor visibilidad al premio se ha generado un recorrido escultórico debidamente señalizado, de forma que el visitante que realice por su cuenta este recorrido pueda identificar y conocer la obra que está contemplando, así como ampliar su información sobre la misma, mediante la lectura de un código QR, presente en el hito informativo presente junto a cada obra.

Este recorrido permite, además, dar a conocer rincones, plazas y jardines que quizás pasarían desapercibidos para los viajeros que se acercan a Sabiñánigo y que son en la mayoría de las ocasiones las de mayor atractivo urbanístico de la ciudad.