Sabiñánigo, punto estratégico

El municipio de Sabiñánigo abarca los Valles del Aurín, Gállego, Basa y Guarga, además de parte de los conocidos como Val Ancha y Val Estrecha.

El término municipal de Sabiñánigo, en cuanto a su número de núcleos agregados, es el más extenso de Aragón y uno de los más amplios de España, con 73 núcleos agregados, de los cuales 53 están habitados, en una superficie de 586'82 kilómetros cuadrados.

Sabiñánigo, con casi 10.000 habitantes, y situada en un punto estratégico entre los Valles del Aragón y de Tena, a tan sólo 55 kilómetros tanto de Huesca como de nuestro país vecino, Francia, se ha convertido en una ciudad en la que la industria, el sector servicios y el turismo se dan la mano para ofrecer a los vecinos y visitantes un lugar con encanto y con altas dosis de calidad de vida.

Se cree que Sabiñánigo lo fundó un patricio romano, Sabino, en la época de Augusto, aunque otros piensan que el nombre de la ciudad se debe a un rico hacendado romano llamado Sabinianus, que vivió en esta zona 400 años después. Lo que sí está claro es que Sabiñánigo, hasta principios del siglo XX, fue una pequeña aldea de un centenar de habitantes dedicados a la agricultura y la ganadería. La llegada del ferrocarril y la creación de servicios para acoger a los turistas que se acercaban al Balneario de Panticosa provocó que el barrio de la Estación empezara a crecer y surgiera el Sabiñánigo actual. Asimismo, a partir de 1918, se empezaron a instalar las primeras industrias químicas y del aluminio, que atrajeron numerosos trabajadores. La ciudad de Sabiñánigo ha pasado en menos de 100 años, de 100 habitantes a más de 10.000.

Hoy en día, Sabiñánigo es una ciudad industrial y de servicios que se preocupa por cuidar y poner en valor su pasado cultural y su historia. Fruto de este interés, y de dar a conocer la riqueza patrimonial de Sabiñánigo y sus alrededores, abrieron sus puertas tanto el Museo Ángel Oresanz y Artes de Serrablo, que recoge la cultura material y espiritual de una gran área del Pirineo aragonés, y el MUDDI Museo de dibujo Julio Gavín-Castillo de Larrés, cuyos fondos superan las 3.000 obras, entre ellas de Pablo Serrano, Antonio Saura, José Guerrero, Zuloaga, Dalí y Vázquez Díaz, por citar algunas de las más importantes, y cuya sede es un castillo bajomedieval restaurado.

Sabiñánigo es la “Puerta del Pirineo”, eslogan de la ciudad, en la que industria y los servicios que ésta genera siguen siendo, como en sus orígenes, su motor de desarrollo económico. Así, Sabiñánigo cuenta con dos importantes polígonos industriales, varias áreas comerciales e importantes industrias químicas, del metal, farmacéutica y auxiliares, que continúan la tradición industrial de nuestra ciudad.

El impulso de la industria y el turismo han marcado el camino de progreso de la ciudad en la última década, pero si algo es digno de destacar en Sabiñánigo es su apuesta por ofrecer a los ciudadanos el mayor número posible de servicios, tanto en el ámbito educativo y cultural, como en el social. Todo ello, unido al completo programa de actividades culturales, festivas y de promoción, hacen de la ciudad un lugar con una alta calidad de vida.

La capital de Serrablo se presenta, así como una ciudad moderna, en continuo progreso, ubicada en un lugar estratégico y rodeada de una riqueza natural y patrimonial de la que poder disfrutar los ciudadanos y quienes la visitan.