El documental Ainielle, de Eduardo de la Cruz, recoge los paisajes que buscaba la novela La lluvia amarilla del escritor Julio Llamazares, la obra teatral basada en esos textos y la narración de algunos pasajes literarios de la mano del actor José Sacristán.
El narrador es el último hombre de Ainielle, el que ha resistido hasta el final el proceso de la despoblación. El libro comienza con la descripción de lo que él imagina una comitiva de hombres de los pueblos cercanos que llegarán, tras el invierno, con la casi completa certeza de encontrarlo muerto. Recorrerán las calles, llegarán hasta la que saben su casa, la descerrajarán de un disparo y, por fin, le descubrirán "al fin encima de la cama, vestido todavía, mirándoles de frente, devorado por el musgo y por los pájaros".
Para llegar a este amargo final hay que antes conocer un largo proceso que se inicia, o que se desencadena, cuando los últimos habitantes del pueblo, salvo él y su mujer, lo abandonan, tras vender la última cosecha y marchar a Biescas. Él hace siempre lo mismo cada vez que una familia se marcha: esconderse hasta que parte, incapaz de asumir la soledad.
Finalmente, su mujer -Sabina- comienza a dar muestras de demencia. De noche abandona la casa y deambula por el pueblo. Una mañana la encuentra colgada de una viga, a partir de entonces estará solo.
A él también le asalta la locura. Primero es un retrato de Sabina, un retrato en el que antes no se había fijado demasiado, pero que ahora le obsesiona. Desde él su mujer muerta le observa y él, poco a poco, comienza a darse cuenta de que se está demenciando. Finalmente opta por recoger cuantos recuerdos de ella encuentra por la casa y los entierra dentro de una maleta.
Esto sucede en 1961, que es una de las pocas fechas que aparecen en la novela, lo que da que pensar en una despoblación muy temprana, en el caso de Ainielle y del Pirineo de Huesca en general.
Este proyecto documental se realizó para la editorial Seix Barral al cumplirse el veinticinco aniversario de la publicación de la novela y varios fragmentos de este han sido extraídos para formar parte de la exposición La lluvia amarilla, de Julio Llamazares, ilustrada por Antonio Santos, que se puede ver hasta el próximo 3 de agosto en la Sala Municipal de Arte de Sabiñánigo.
- El viernes 12 de julio, a las 19:30 h, en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura Antonio Durán Gudiol (Entrada gratuita hasta completar aforo).