El día 1 de marzo tuvimos  la experiencia de visitar el museo Ángel Orensanz y artes del Serrablo en el pequeño pueblo del Puente en el municipio de Sabiñánigo.

En 1978 se firmó un acuerdo entre el escultor Ángel Oresanz que compró la casa en ruinas, y posteriormente restauró y lo musealizó, y, el Ayuntamiento de Sabiñánigo que aceptó el compromiso de su conservación y mantenerla en funcionamiento. 

Todos juntos fuimos andando desde nuestro aula hasta el museo  donde nos recibió la responsable del museo que nos ofreció una explicación sobre la historia y arquitectura del edificio así como de su contenido basado en mostrar la cultura y la forma de vida de las habitantes del serrablo en la antigüedad.

La visita comienza en el patio donde hay una herrería y una prensa, accediéndose a la planta baja que alberga la majadería, la bodega y otras estancias auxiliares.

En la primera planta se encuentra la cocina con una chimenea tradicional de notables dimensiones flanqueada por la típica cadiera donde transcurría la vida y se transmitía el saber popular.

También hay espacio para la artesanía textil  popular y los juegos infantiles.

En la segunda planta encontramos a Pedrón, el diablillo del museo y personaje de leyenda popular, que parece ser que vigila el museo, así como muestras del dance de la romería de Santa Orosia e instrumentos musicales de la cultura pirenaica.

Entre otros aspectos llamativos, se encuentran  la historia de los malos espíritus y los espantabrujas, piedras con formas geométricas, como esferas, conos o pirámides, que se colocan en la parte superior de las chimeneas. Su propósito principal es proteger la casa de la entrada de las brujas, malos espíritus y otros seres sobrenaturales. Se cree que estas estructuras confundían y desorientaban a las brujas, impidiendo que entraran en las casas a través de las chimeneas.