Una vez finalizado el módulo de aplicación de pinturas y de la visita y asesoramiento de profesionales en al materia, llega el momento de poner en práctica lo aprendido aplicándolo en las paredes del aula que nos recibe como un hogar diariamente desde el día 15 enero, así como el aula contigua que es utilizada para diversas actividades. Llevamos a cabo el proceso los días 5, 8, 9 y 10 de abril.

En primer lugar preparamos el soporte saneando las paredes de restos de pintura y radiadores de partes sueltas o degradadas por el paso del tiempo y el uso. Para esta labor nos ayudamos de las espátulas y las lijas en el caso de los radiadores para dejar la superficie lisa, sin materiales sueltos y preparada para el posterior pintado.

Mientras parte de los alumnos sanean el soporte, otros se ocupan del empapelado y protección de las zonas que no se van a pintar y queremos preservar. Marcos de ventanas, puertas y rodapiés se cubren con papel con cinta de carrocero, al igual que las luminarias; los enchufes e interruptores, retirando primero la pieza que sirve como embellecedor, para cubrirlos luego con cinta de carrocero.

Una vez eliminada la pintura que había perdido adherencia, aplicamos masilla reparadora en grietas y pequeños desperfectos, y pasado el tiempo de secado se procede al pintado de las paredes con pintura plástica al agua  y pintura sintética brillante en el caso de los radiadores.

Después de tres capas de pintura con sus correspondientes secados, las paredes, radiadores y techos adquieren el acabado que se busca y las aulas quedan listas para que volvamos a colocar todo en su sitio.

Podría parecer que aquí se termina el trabajo, pero queda una labor tan importante o más que el trabajo propio de pintura: la limpieza tanto de las superficies como de las herramientas.

Cada brocha, espátula, cubo o rodillo debe quedar tan limpio como el primer día para que puedan ser usados de nuevo. De otra forma la pintura se secaría dejando el material  inservible.

Así mismo pequeñas gotas de salpicadura que puedan haber saltado mientras se pintaba fueron limpiadas para no deteriorar ni afear el suelo de las aulas, y colocar de nuevo cada elemento del mobiliario en su lugar original.

El resultado salta a la vista, unas aulas como nuevas, vistosas y que dan ganas de sentarse y disfrutar de un ambiente acogedor de nuevo, un espacio de aprendizaje y esparcimiento que resulta gratamente agradable.